jueves, 26 de junio de 2014

¿Por qué todo lo tomamos a chiste?



Por Roberto Turull



La diferencia entre los países que han desarrollado sus capacidades y los que no, radica en la seriedad con que toman las cosas.

Nosotros hemos sido siempre un país predominantemente simpático, llano, vivimos haciendo chistes, nos reímos de todo y a todo le sacamos un doble sentido. Vemos a las personas cantar, silbar y repetir estrofas de canciones populares mientras caminan en la calle. Llegamos al supermercado y la música está tan alta que parece un Colmadón, en los restaurantes no se habla, se grita y nos saludamos voceando de un extremo de la calle al otro. Así somos; sin embargo, cuando esa gracia y talento   se convierte en nuestra Marca País, necesitamos revisarnos porque un día nos darán una sorpresa.

Pudiera citar cientos de casos donde el relajo causa estragos sociales y morales pero solo citaré el más reciente del país.

La Chikungunya. Esta nueva influenza ha estado azotando a la población desde hace meses. Ya lleva miles y miles de personas aquejadas por este mal.

 Las autoridades han demostrado un grado aceptable de preocupación y acción pero he notado que ningún otro sector se ha involucrado en la lucha contra esta enfermedad. Todavía no he visto a la gente tomarlo en serio.

Pocos se han puesto a pensar en el verdadero origen de este virus. Teorías sobre el mosquito portador nos complace y satisface. Hay quienes tienen sus dudas pues ya estamos acostumbrados a que nos engañen.

Menos se han preocupado por los efectos que pueda producir. Todo lo resuelven diciendo: Toma acetaminofén y listo.

Por tener  condiciones de salubridad  tan bajas, este país debe prestar especial cuidado a los brotes virales. La escasez de agua incrementa la insalubridad y la poca que hay en los barrios está estancada. Esto no debe ser así.  Todo el mundo toma a la ligera a  la “chikun” o la “chik” como comúnmente se le va conociendo. El cancionero popular se la luce con estribillos sobre el tema, programas de televisión y de radio hacen del asunto un guión interminable.

Por suerte no ha pasado de ser una gripe de corta duración pero este brote con evidentes orígenes extranjeros debe servirnos de aviso para futuras pandemias.

Es sabido por todos que en 20 años han surgido males que no conocíamos cuando eramos niños. Tal vez existían,  pero sus trayectorias no eran conocidas. “La Vaca Loca”,  la Gripe Aviar, la Ah1n1. Ahora hace su debut  la Chikun.

En un país donde la creatividad popular hace del video de Palito de Coco su himno y  la letra de La Chapa que Vibra su clásico literario yo espero que un día, más temprano que tarde, comencemos a ponernos más serios. No llegar a la falta de humor de algunos países que han sufrido en sus territorios guerras y desastres pero sí ser cuidadosos, respetuosos y no dejar que el relajo deje pasar desapercibidos riesgos de consecuencias lamentables.



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